La víctima fue Rubén Acosta Verón, paraguayo, de 30 años. Según el informe policial, el hombre estaba realizando compras en un comercio cercano de su lugar de trabajo, cuando llegaron hasta el silo dos sujetos en una motocicleta y esperaron a que el cuidador llegara.
Una vez que el operario llegó al establecimiento, uno de los sicarios desenfundó un revólver con el que realizó varios disparos contra él.
El trabajador recibió un total de cuatro proyectiles, ante la desesperación de su concubina, quien fue testigo del hecho.
Una vez consumado el hecho los criminales huyeron del lugar, presumiblemente hacia el territorio brasileño.
Acudieron al sitio del homicidio, además de los agentes policiales, el asistente fiscal Víctor Núñez y el médico forense Carlos Quintana, los agentes de la división de Criminalística y la división de Homicidios, quienes realizaron los procedimientos de rigor.
Tras las diligencias, el cuerpo fue entregado a sus familiares.
Se desconocía hasta el cierre de esta edición la causa del asesinato, y tampoco había hipótesis alguna al respecto, por lo que la investigación apenas empieza.