El papa Francisco denunció este domingo la persecución de los cristianos en Irak, donde cientos de personas de la ciudad de Mosul tuvieron que huir tras un ultimátum del grupo terrorista Estado Islámico.

"Nuestros hermanos son perseguidos, son enviados fuera, deben dejar sus casas sin tener la posibilidad de llevarse nada", manifestó el Sumo Pontífice en la plaza de San Pedro tras el tradicional rezo del Ángelus de los domingos.

"Aseguro a estas familias y a estas personas mi cercanía y mi constante oración", agregó Francisco.

El Papa también mencionó los conflictos en Medio Oriente y Ucrania.

"Les exhorto a perseverar en la oración por las situaciones de tensión y de conflicto que persisten en diferentes partes del mundo, especialmente en Oriente Medio y Ucrania", y aseguró que "la violencia no se vence con la violencia, la violencia se gana con la paz".

Los yihadistas del Estado Islámico, que controlan Mosul desde hace varias semanas, lanzaron el sábado un ultimátum a los cristianos de la ciudad para que se conviertan al islam, paguen un impuesto especial o se vayan.

El edificio episcopal católico sirio de Mosul fue incendiado por los extremistas musulmanes del llamado Estado Islámico de Irak y del Levante (Siria - ISIS), anunció a Radio Vaticana el patriarca de la Iglesia Católica Siria, Ignace Joseph III Younan, quien se reunió, en la mañana del sábado, 19 de julio, en el Vaticano con monseñor Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados. Cada vez es más dramática la situación para los cristianos en Irak, la comunidad cristiana está en riesgo de supervivencia. En Mosul, de hecho, después de casi 2000 años, ya no hay cristianos.