Sábado 26 de Enero del 2019
Adolescente de diecinueve años se convirtió en mecánica y demostró que los autos también son cosas de mujeres
Shirley Diana Ramírez Ortiz se atrevió a desafiar las imposiciones sociales. Lleva diez años burlando los estereotipos y haciendo cosas de hombres. Desde sus nueve años de edad tiene las manos sucias de aceite y la seguridad de que puede armar y desarmar cualquier motor que lo requiera.
Diana es parte de una familia numerosa. Tiene trece hermanos, cinco mujeres y ocho varones, pero ella es la única mujer que hasta ahora decidió seguir los pasos de su padre, mecánico de automóviles. (Foto: Diario Última Hora).
Fuente: Diario Última Hora.
En la compañía Piquete Cué, de la ciudad de Limpio, en el patio de su casa, se encuentra el taller de su padre y mentor, don Emilio Eliceo Ramírez Álvarez, quien confió en la niña que comenzó jugando con sus herramientas y hoy se convirtió en una gran mecánica.
Diana es parte de una familia numerosa. Tiene trece hermanos, cinco mujeres y ocho varones, pero ella es la única mujer que hasta ahora decidió seguir los pasos de su padre.
Mientras reparaba un automóvil Volkswagen tipo Polo, motor 1600, y realizaba la puesta en punto de orden del arranque, recordó los tiempos en que comenzó este baile entre pesados hierros y repuestos.
“Mi mamá me retaba porque ensuciaba mucho la ropa”, contó con picardía la adolescente, antes de reflexionar sobre el motivo por el que, al final, doña Ricarda Ramona Ortíz Martínez, con sabiduría, brindó a su hija el apoyo para emprender el camino hacia su sueño.
“Muchas mujeres no pueden trabajar ni estudiar, entonces mi mamá lo entendió y me apoyó”, dijo.
Pero don Emilio también contribuyó al deseo de su hija, que no quería entrar a la casa y le valió alguna que otra discusión con su esposa.