El repunte de la economía de los Estados Unidos y la previsión de una mayor demanda por parte del gigante del Norte permiten prever que los países del Pacífico serán los más beneficiados durante este año. En el caso de Brasil, en tanto, influirá directamente la economía china, que en 2013 finalizó por primera vez en la historia en la mayor potencia comercial del mundo.
Distinto es el futuro que se estos organismos presagian para la Argentina y Venezuela. Dos países con una marcada inestabilidad política y económica, azotados por los altos índices de inflación y los constantes aumentos de precios.
Brasil, entre el Mundial y las protestas sociales
En 2013, el gobierno de Dilma Rousseff tuvo un importante incremente del PIB, que finalizó en 2,3%, tras el 1% registrado en 2012. En un contexto marcado por las masivas protestas sociales que se desataron el año pasado y la realización del Mundial de fútbol, sumado a las elecciones presidenciales, las diferentes entidades prevén que el país mantendrá esta ola expansiva para seguir afianzándose como la primera economía de la región.
El banco británico Standard Chartered es el más optimista, con un pronóstico de crecimiento del 3,5%, mientras que Citigroup es el más pesimista, con un 1,8 por ciento. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en tanto, prevé que el aumento en el rendimiento de Brasil será del 2,6%, y la Corporación Andina de Fomento (CAF), de un 3,2 por ciento.
La inflación, que en 2013 fue de 5,6%, podría registrar un leve aumento hasta llegar al 6%, según previsiones del sector privado. La economía brasileña depende principalmente de los precios de sus materias primas, que están influidos por la economía china.