El lugar elegido es una plaza ubicada dentro de los jardines frente a la réplica de la Gruta de la Virgen de Lourdes. En mesas protegidas por sombrillas blancas se ubicaron personas que habitualmente asisten a los comedores del Círculo de San Pedro, la asociación que organizó el evento.
El Círculo fue creado en 1869, por iniciativa de un grupo de jóvenes de alta burguesía y de familias nobles romanas que querían mostrar al mundo su fidelidad al Papa. Años más tarde, Juan Pablo II dijo: “El Círculo de San Pedro es el brazo de la caridad del Papa para los pobres de Roma”.
La misma fuente explicó que las personas que asistieron a la cena “fueron elegidas en cuanto huéspedes” de los comedores del círculo y de su centro de acogida. “Con cuatro autobuses los recogimos en cuatro puntos de la ciudad y hacia las 10 de la noche los llevamos de regreso”.
La cena, preparado por un equipo de chefs llegados de Nápoles, fue servida por socios voluntarios del Círculo (foto derecha), entre ellos su presidente, el duque Leopoldo Torlonia. La velada fue animada por la banda del Cuerpo de Gendarmería que tocó un largo repertorio. Al concluir la velada, los voluntarios entregaron a cada invitado un paquete con productos de pastelería, fruta fresca y un Rosario.
“Hemos vivido una jornada de gran serenidad y alegría, dijo monseñor Franco Camaldo, asistente eclesiástico del Círculo, a Radio Vaticano. En el rostro de nuestros invitados había tanta alegría, mezclada con emoción y casi incredulidad: encontrarse en los jardines vaticanos, en una tarde tan bella, frente a la gruta de la Madonna, ser servidos en mesas tan bien arregladas… había realmente mucha emoción e incredulidad”. Los presentes vivaron al Papa varias veces y dejaron “escritos, cartas y pensamientos para Francisco, (que) expresan su reconocimiento”, dijo Camaldo.