Según el doctor Cristian Núñez, los casos más comunes son los problemas respiratorios y de parasitosis entre los niños, mientras que los adultos presentan casos de hipertensión. Agregó que cuentan con suficientes medicamentos para apoyar a las personas que necesitan.

REAPERTURA. Los pobladores del barrio Santo Domingo solicitaron la rehabilitación del dispensario del lugar que dejó de funcionar hace un buen tiempo. "Necesitamos el dispensario, ya que estamos expuestos a la inundación, demasiada cantidad de agua queda en nuestro barrio enfermando a nuestros niños", explicó María Ester Cardozo.

A TODOS. Carlos Núñez, gobernador de Concepción, indicó que la asistencia médica llegará a todos los barrios humildes de la ciudad, ya que existe gran necesidad no solamente entre los damnificados.

Explicó que la Junta Departamental le autorizó suficientes fondos para la compra de colchones, frazadas y medicamentos, de manera a apoyar a las familias más necesitadas.

Ayer, también llegó otro camión con víveres enviados por la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) que serán distribuidos en las próximas horas.

SIGUE LA LLUVIA. El miércoles a la tarde, volvió a caer una buena cantidad de lluvia en la ciudad, la cual dejó totalmente embarrados los patios y las calles de los barrios más vulnerables, en especial de las familias que ya sufrieron la inundación con las precipitaciones anteriores.

CALLES DESTRUIDAS. Otro problema que afronta la Municipalidad de Concepción es el mal estado de las calles. Tras las intensas lluvias, las arterias quedaron cortadas y destrozadas sin que la comuna tenga posibilidad de repararlas.

Incluso, el clima no colabora para esta tarea, ya que la humedad y el agua toman la mayor parte de las calles no pavimentadas.

El trabajo del asfaltado de las arterias también quedó parado como consecuencia del clima inestable.

MILES. Las precipitaciones ocurridas en el norte del país dejaron miles de damnificados. El agua afectó de acuerdo al primer reporte de la SEN 28 barrios afectados con 1.448 familias que sufrieron el impacto de la inundación de los más de 300 milímetros de lluvias precipitadas en solo una semana. El martes 2 de abril llovió 255 milímetros y el y domingo 7 volvió a caer 55 milímetros.

Al bajar las aguas todas las viviendas afectadas por su precariedad sufrieron las consecuencias de los barros y la humedad que aún persisten.

Los barrios más vulnerables por la ubicación y la condición social de sus habitantes son San Roque (fracción Calaverita), San José Olero, San Antonio (sector Z2), Santo Domingo, Juan Pablo II y asentamiento Niño Salvador.