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Miércoles 13 de Noviembre del 2019
Algunas razones por las que no deberías darle un celular a un niño pequeño para distraerlo y alterar su desarrollo
Si bien es cierto que la tecnología ha hecho que la vida sea más fácil en muchos aspectos, la realidad es que no siempre es la mejor para los niños. Muchos padres están acostumbrados a darle un celular o cualquier otro dispositivo móvil a sus hijos para que se distraigan a la hora de la comida o mientras van en el auto.
Algunas razones por las que no deberías darle un celular a un niño pequeño para distraerlo y alterar su desarrollo
Las pantallas, sean de televisión, tableta o móvil, pueden alterar el sueño de los niños si se los prestas antes de dormir. Esto pasa también con los adultos sin embargo, en un niño esto puede ser doblemente agresivo. (Foto: Nueva Mujer).
Fuente: Nueva Mujer.
La Organización Mundial de la Salud en 2019, junto a la Academia Estadounidense de Pediatría en 2016, recomienda que los niños de entre 2 y 5 años se limiten a una hora de tiempo de pantalla por día, y menos es mejor. Esto no se debe a que las pantallas sean peligrosas para los niños. Pero la preocupación de un niño con la pantalla le quita el tiempo para estar físicamente activo y dormir lo que tanto necesita. La actividad física y el ejercicio ofrecen muchos beneficios necesarios para el desarrollo físico y mental de un niño.

Aquí hay algunas razones por las que quizá no es tan buena idea que recurras al móvil para distraer o divertir a tu pequeño.

Se volverán dependientes. Así como los niños se vuelven dependientes del chupete cuando se los das cada vez que lloran o para dormir, también les pasa con el celular. Y es que varios expertos aseguran que la tecnología puede ser tan adictiva como la cocaína. Esto es porque el estar jugando con el dispositivo, les produce la sensación de bienestar. Una vez que el cerebro detecta un pico de dopamina u hormona feliz, la persona siente instantáneamente una oleada de felicidad. Naturalmente, es difícil dejar un mal hábito que te hace sentir extremadamente bien. Así que llegará un punto en el que no podrás quitarles el aparato.

No van a dormir. Las pantallas, sean de televisión, tableta o móvil, pueden alterar el sueño de los niños si se los prestas antes de dormir. Esto pasa también con los adultos sin embargo, en un niño esto puede ser doblemente agresivo. Al final, tú también tendrás problemas si tu pequeño no quiere dormir en las noches o si tiene pesadillas.

Entorpece sus habilidades sociales. Los niños son los primeros que ahora parecen interactuar desde temprana edad a través de los dispositivos móviles sin embargo, piensa cómo lo hacías tú cuando tenías la edad de tu hijo. La interacción cara a cara es cada vez más complicada y las pantallas no ayudan cuando se trata de convivir con otras personas. Es cuando son pequeños que aprenden sobre las relaciones humanas, lo que les permite desarrollar carácter en situaciones de convivencia social.

Falta de actividad física. Piensa cuánto tiempo pasas acostada en tu cama viendo el celular, sin nada productivo que hacer más que ver las fotos de personas que ni conoces en Instagram. Todos lo hacemos pero ¿está bien que un niño pase el tiempo sin hacer nada más que tocar la pantalla? Los niños pequeños necesitan actividad física. Deben estar explorando activamente su entorno, y no volverse sedentarios. Necesitan construir sus cuerpos a través del juego físico. Demasiado tiempo con las pantallas hace que un niño sea sedentario, lo que se asocia con sobrepeso, diabetes y presión arterial alta.

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