Si bien poco o nada se ha comentado de esto fuera del propio ámbito de los medios de prensa regionales, la importante actividad de los medios de comunicación en la frontera entre Pedro Juan Caballero y Ponta Porã está pasando un mal momento. Como es de público conocimiento, si bien los comercios, profesionales y empresas siguen apoyando al sector, han disminuido o discontinuado las pautas publicitarias, lo que afecta seriamente las finanzas de los medios y de sus colaboradores.

Propietarios, funcionarios, técnicos, periodistas, cronistas, locutores, comisionistas y comunicadores sociales tienen muchos menos recursos para darle sustento a sus familias, y mucho menos para afrontar eventuales deudas. Como oportunamente este servidor (Diego Lozano) ha propuesto, debemos generar un nuevo pacto social entre todos los estamentos de la comunidad. Esto implicaría nuevas reglas de juego, con mayor comprensión, tolerancia y amor entre los diversos ámbitos.

Las medidas restrictivas impuestas por el gobierno nacional para evitar el avance de de la propagación del Covid19 nos ha fundido casi a todos. Son pocos los sectores económicos o de servicios que han experimentado una mejoría (delivery, farmacias, supermercados, entre otros), pero a medida que pasa el tiempo, al tener los consumidores una menor capacidad de comprar y pagar, la crisis definitivamente nos toca a todos.

Con la renovación del Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP) Regional Amambay, la formación de una nueva comisión directiva compuesta por ciudadanos comprometidos que trabajan en el ámbito de prensa, la esperanza de un futuro mejor renace. Y es necesaria la participación de todas las personas que trabajamos en los medios de comunicación regionales.

Nuestros auspiciantes son nuestros socios y nuestros mejores amigos; nuestra comunidad es nuestra razón de existir, existimos para servirla. Cada propietario de medio (con muchos he hablado del tema) tienen una fuerte angustia pensando las consecuencias que podría acarrear cerrar su emprendimiento, con la consecuente secuela negativa en sus finanzas y en la pérdida de muchas fuentes de trabajo.