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Martes 24 de Marzo del 2020
El Hombre Endémico - Solicitada Dr. Mariano Nívoli CI 4.968.790 - El Tema del Momento
Y bue… qué vamos a hacer. Voy a hablar del tema prioritario del momento. Momento en que todos somos víctimas. Consideraré que tenemos dos tipos de agentes que nos están atacando en estos momentos. Ellos son el virus denominado SARS-CoV2 y el Homo Sapiens.
El Hombre Endémico - Solicitada Dr. Mariano Nívoli CI 4.968.790 - El Tema del Momento
Homo sapiens es una especie del orden de los primates perteneciente a la familia de los homínidos. También son conocidos bajo la denominación genérica de «hombres». Los humanos son animales sociales, capaces de concebir, transmitir y aprender conceptos totalmente abstractos. (Foto: Ilustración).
Fuente: Dr. Mariano Nívoli C.I. 4.968.790.
Uno es nuevo y era desconocido hace poquísimo tiempo, me refiero al virus denominado SARS-CoV2, responsable de la actual pandemia. El otro, un poco más conocido, un poquitín renovado, el Homo Sapiens.

Estoy sorprendido porque lo que considero las viejas actitudes de siempre de la humanidad están generando una realidad un tanto distinta de lo que esperaría. La realidad que se nos ha impuesto en muy poco tiempo ha sacado a relucir nuestro lado inhumano, el sálvese quien pueda, la falta de solidaridad, y una perversa agresividad pasiva (contenida).

El lector seguramente pensará que en estos tiempos no corresponde ponerse a tirar pálidas, discúlpenme entonces pero yo no aguanto los gestos de intolerancia que se han manifestado últimamente. Voy a dar algunos ejemplos:

·    Señalar como criminales a personas que han viajado al exterior y pretenden retornar al país.
·    Pedir a gritos pelados medidas que netamente perjudican al prójimo. Está bien que la necesidad ha impuesto medidas que no nos resultan agradables, pero esas medidas las podríamos tomarlas como algo no deseable y provisorio y no como acto justiciero.
·    Rasgarnos las vestiduras porque no se implementan en 24 hs conductas que van en contra de tradiciones de años.


¿Y por casa cómo andamos?

Tengo más tiempo ahora en casa para poder pensar sobre la situación. Pero… ¿cómo pensar? Recuerdo siempre que mi mamá dice: no importa lo que uno dice ni cómo lo dice, sino desde dónde lo dice. Así que lo que puedo pensar es con qué postura me pongo a opinar en este caso, a saber:

  • Siempre me he manifestado en contra de la idea de que la acumulación de capital nos engrandece.
  • Condeno las actitudes autoritarias de los que se creen portadores de la verdad e intentan imponerla.
  • La ayuda al prójimo más que una opción es una necesidad.
  • Valoro el conocimiento y la formación profesional.
  • Valoro la coherencia de palabras y obras.

No puedo negar que la pandemia nos enfrenta a desafíos intelectuales, y que en su mayoría no podemos abarcarlos en este momento. Quiero aún así resaltar que en el fondo se está creando un clima violento, como cuando enjaulamos a un tigre; valgan de ejemplo los comentarios que circulan en redes sociales pidiendo que salgan los policías y militares a garrotearnos y matarnos (con la excusa de usar el término inadaptados que no cumplen las medidas de restricción, “cuarentena”). Sin tomar en consideración de que esta medida es para cuidarnos y no para castigarnos. Yo acuso a todo el que esté leyendo este escrito, y también a quienes no lo están leyendo de preferir el castigo antes de que el cuidado.

La geopolítica al carajo

Sin duda que más allá de estar cumpliendo la cuarentena, cualquier analista político está totalmente desnorteado, y al abrir la boca se corre más riesgo de decir barbaridades que de dispersar el virus.

La realidad de política internacional actual, ni el más ingenioso hubiera podido siquiera imaginar:

  • Las fronteras de todos los países cerradas, por una enfermedad (cuyo epicentro no es en África).
  • Países europeos pidiendo ayuda sanitaria a China y Cuba.
  • EEUU desorientados, so sabiendo dónde hay que ir a bombardear.
  • El poderoso caballero Don Dinero, tan dueño del mundo parece haberse escondido. Sabemos que volverá, pero por el momento las instituciones financieras no definen en nada la agenda de los gobernantes y tienen que bailar la conga al ritmo que establece esta pandemia.
  • Increíblemente todos los habitantes parecieran estar afectados igualmente, y no pareciera que algún grupo en particular pueda estar beneficiándose de esta crisis.

El Dr. Barúa señala “Gobiernos Necropolíticos, la legítima esconfianza”“se brinda salud, educación y protección social a un nivel mínimo”… y ahora se dice que “se toman todas las medidas”, se están haciendo “grandes esfuerzos”, que se comprende “la extrema gravedad de la situación”, entre otras medidas retóricas cosméticas. Mientras cunde el miedo: circula en las redes sociales expresiones tales como “Calle osẽa: ¡Patádape yareducita!” dice un casi niño-soldado, en un camión militar. Allí no existe una cultura de “cuidarse para cuidar a otros”, sino que hay una estructura de poder donde el varón dominante es el único habilitado para cuidar a los demás (continúa el Dr. Barúa citando al periodista Matías Máximo).

Sabemos que los Gobiernos tendrán que auxiliar a la población en estas circunstancias. Pero lo que me resultará gracioso es ver a los dueños de aerolíneas, bancos y otras empresas damnificadas pidiendo salvatajes heroicos y grandes subsidios del estado, siendo que siempre se han manifestado abiertamente en contra de las políticas de previsión y resguardo sociales (que alimentan vagos y atorrantes).

¿Qué podemos aportar entonces un este tiempo de crisis?

Bien: Las recomendaciones son: una actitud positiva, es decir encarar la realidad con las energías de las que disponemos. Pero es importante cuidar nuestra salud mental para actuar. Mantener una actitud positiva no significa esconder nuestras emociones, angustias, incertidumbres y desasosiego, sino afrontarlas y confrontarlas con la realidad que estamos viviendo. Así que no es: pintar en el espejo la frase “está todo bien”, porque estamos pasando tiempos difíciles, sino prepararnos a actuar en la medida de nuestras posibilidades y no buscar actos heroicos no personajes salvadores.

Debemos concientizarnos que las medidas de restricción son importantes para protegernos y deben ser respetadas al máximo en el breve plazo. Pero también ser conscientes de que dichas medidas no pueden perpetuarse en el tiempo, porque entonces comenzarían a ser perjudiciales en nuestras vidas.

¿Dónde está Dios? Bueno, en este caso debo reconocer la sabiduría de quienes pregonan que Dios está en nuestros corazones; no en templos ni lugares de culto.

Un cuento que me relató un paciente hace muchos años: Un señor se encuentra en la puerta de su casa, en el camino de entrada a una ciudad. Pasa una peste, y el señor le pregunta qué está haciendo, a lo que la peste le responde: - voy a la ciudad a matar mil personas y vuelvo. Luego de unos días el señor escucha en la radio que han muerto 3000 personas. Cuando vuelve la peste y pasa frente su casa el señor le dice: - me mentiste, me dijiste que ibas a matar 1000 personas y fueron 3000. No, le responde la peste, yo maté 1000, los otros 2000 murieron de miedo.

Por último
: No sabemos cuán difícil ni prolongada será nuestra lucha contra el virus pandémico. Yo por mi parte considero que mi actividad en el área del cuidado de la salud no es contra ningún virus sino contra un organismo al que denominamos Homo Sapiens.

Fe de erratas
: Felicito a los que en estos tiempos mantienen una comunicación proactiva y positiva, pero que vamos a hacer, a mí no me sale, me resulta muy falsa. Debo reconocer que también debemos opinar con cautela, porque yo solté un comentario en las redes sociales, y al rato un colega sufrió un pre-infarto, si bien la relación causal no es directa, la forma en que nos comunicamos afecta a nuestros corazones.

Dr. Mariano Nívoli CI 4.968.790


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