Don Severo Villalba Giménez se presentó como un trabajador de 66 años de edad que mediante su obstinada lucha por progresar, se convirtió en un importante productor del sector sojero. En su vida fue revendedor de mercaderías, cocinero, para finalmente incursionar en la floreciente actividad de la producción sojera a gran escala, que lo convertiría con el tiempo en uno de los empresarios más fuertes del departamento de Amambay

La necesidad de tener caminos buenos

"Conozco bien las dificultades que representa no tener buenos caminos. En mi vida de trabajo tuve que enfrentar esos problemas, caminos muy feos, intransitables, puentes que se caían; conozco muy bien todo esto desde los tiempos en que comencé. Esto forma parte del día a día de gran parte de la población del departamento. Por eso una de las cosas que más quiero hacer cuando sea gobernador de Amambay es arreglar los caminos".

"En mis primeros tiempo trabajé como macatero (revendedor). Desde Pedro Juan Caballero hasta Capitán Bado e Ypehú me iba a macatear con una pequeña camioneta. En la época tardaba en llegar entre uno a dos días de aquí a Capitán Bado. Ahora ese camino está un poco mejor, pero anteriormente era muy poco transitable.Desde jovencito conozco esta realidad de los caminos feos".

Un plan de trabajo bien definido

"Además del arreglo y la construcción de caminos, tengo muy en cuenta el sector de la producción agropecuaria, que hoy es mi ámbito. Yo empecé con la actividad agrícola en Capitán Bado y por esto quiero impulsar la actividades del pequeño productor.  Hoy día tenemos entre ochenta y cien mil hectáreas mecanizadas. En el año 1975 empecé a apoyar al productor como empresa privada, como comprador a los pequeños productores. En el año 1989 empezamos a exportar la soja. Ya entonces también pedía ayuda al Ministerio de Agricultura para darle asistencia técnica a esos productores".

(Reportaje completo en la edición impresa 41 - Junio de 2017).