Los comerciantes de estas tres ciudades están preocupados por la medida brasileña, que -de concretarse- sería el golpe de gracia al comercio fronterizo y resultaría en la pérdida de miles de fuentes de trabajo en las tres ciudades fronterizas.

Según los comerciantes, la crisis se originó en los últimos meses del año pasado y se agravó en el primer trimestre de este año. La llegada de compradores brasileños mermó en un 85%, por lo que los comerciantes de las tres ciudades fronterizas resintieron en cuanto a compras de sus productos se refiere.

Actualmente, la devaluación de la moneda brasileña ante el dólar norteamericano hizo que los brasileños prácticamente desaparecieron de las ciudades paraguayas fronterizas con el Brasil. Esta situación tiende a agravarse, ya que actualmente el real brasileño sigue cayendo ante el dólar norteamericano.

Una de las inmediatas consecuencias de la devaluación es que los brasileños dejaron de viajar al extranjero para realizar compras o vacacionar. El pasado martes, un avión con destino a Nueva York partió del aeropuerto de San Pablo con apenas diez pasajeros.

Tienda libre de impuestos

Como si fuera poco la devaluación del real que impide la llegada de compradores, los comerciantes también están preocupados porque el gobierno brasileño, tras bajar la cota de US$ 300 a US$ 150 en julio, también permitiría la instalación de tiendas libres de impuestos en todas las ciudades brasileñas que tengan frontera con otro país. “Esto sería el fin de la actividad comercial en las ciudades fronterizas”, señaló un comerciante.

Según trascendió, si se llegaran a habilitar estas tiendas libres de impuestos, se estaría otorgando una cota de US$ 500 para que los brasileños puedan realizar sus compras. Los presidentes de las tres Cámaras de Comercio de las tres ciudades fronterizas explicarán en la reunión de mañana al presidente de la República la difícil situación por la que atraviesa el comercio, que es el pulmón económico de estas tres ciudades.

Los representantes de los comerciantes esperan que el presidente Cartes pueda interceder ante la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, a fin de que no se aplique la reducción de la cota y suspender la implementación de los llamados tiendas libres de impuestos, conocidas como Duty Free.