El centro opera a partir de donaciones de los insumos necesarios para realizar las impresiones 3D de los protectores. Desde el lanzamiento de la iniciativa, ha recibido en préstamo otras cinco impresoras y en donación dos más, que quedan para el laboratorio de la FADA-UNA. Con esto se llegó a una producción de quinientas mascarillas, cuya última entrega fue realizada a personal médico del Hospital San Pablo.

De la producción participan estudiantes y profesores de la carrera con apoyo de voluntarios, que trabajan en la Granja de Impresión 3D, en el campus de la Universidad Nacional. Las donaciones fueron recibidas de personas particulares y de instituciones como el Benjamin Franklin Science Corner de la embajada de Estados Unidos, la Sociedad Científica del Paraguay, las empresas Romis SA, Copipunto, Texciclo y la Chaca. El FabLab CIDI recibió además dos impresoras 3D en donación de la Sra. Hilda González de Arietty y el Sr. Víctor González Acosta.

En un recorrido por la granja de impresión, los participantes del proyecto explicaron el proceso de producción y resaltaron contar con un listado preciso de las donaciones, lo que permite a quienes entregaron insumos saber cuántas mascarillas permitieron fabricar y a qué hospitales fueron. El decano de la FADA Ricardo Meyer, señaló también que no sólo personal médico se vio beneficiado con esta iniciativa, sino que también bomberos y personal de la Fiscalía que se encuentra trabajando en la primera línea dentro de la emergencia sanitaria.

Uno de los métodos utilizados para la recepción de insumos es la donación con retorno, mediante la cual los donantes entregan insumos a cambio de un número de mascaras para uso personal y lo restante queda en el saldo de mascarillas que fueron entregados a hospitales de todo el país. El objetivo del laboratorio es continuar con esta iniciativa y aportar en equipos de bioseguridad para personal afectado, señaló el decano.