Uno de los ingredientes principales de la salsa boloñesa es la carne. Por esa razón resulta un poco difícil imaginar esta salsa en una versión vegana; sin embargo, el secreto de la misma radica en la soja texturizada. Este ingrediente es bajo en grasas y, al mismo tiempo, nos aporta un alto grado de proteínas.

La carne de soja texturizada es una excelente alternativa a la carne animal. Su sabor es delicioso, siempre y cuando se prepare de la forma correcta. De ello dependerá en buena parte que logre cautivar o no a los paladares de los comensales, inclusive de aquellos que no sean veganos.

El proceso de fermentación de la soja la convierte en un alimento con alto poder nutritivo y de fácil digestión. Además, el contenido de proteínas de la misma es el equivalente al de la carne; la soja contiene muchas vitaminas y minerales, por lo que es una de las proteínas vegetales más completas del mundo.

El secreto de la soja texturizada radica en su preparación. A la hora de cocinar, la clave está en dorar o tostar la hoja en un sartén o texturizarla con un chorrito de aceite. En cualquiera de los dos casos, el paso siguiente consiste en agregar un poco de salsa de soja o en su defecto sal y algunas hierbas o especias.

Como punto final en la elaboración de la soja, se debe terminar de cocinar la hoja con agua o caldo de verduras hasta que quede completamente hidratada. La salsa boloñesa vegana es deliciosa y saludable. Se trata, como vemos, de una excelente versión de la original que encantará incluso a aquellas personas que no sean vegetarianas. Cocinar de forma correcta la soja texturizada es el secreto de la esta interesante receta.