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Domingo 11 de Diciembre del 2016
La misión del Ministerio Arena Jovem de la comunidad evangélica Sara Nossa Terra
En la era de la información, atendiendo al padrón del fenómeno mundial que producen los programas radiales y especialmente televisivos, con canales exclusivos y emisiones permanentes, muchas personas vienen considerando las propuestas de las diversas iglesias y ministerios locales.
La misión del Ministerio Arena Jovem de la comunidad evangélica Sara Nossa Terra
El pastor Fernando Franco es líder del ministerio Arena Jovem en Ponta Porã y también acompaña las esdiciones de la revista elnordestino.com. (Foto: Diego Lozano).
Fuente: elnordestino.com (reportaje completo en la edición impresa 35).
Por tradición, los fronterizos de Pedro Juan Caballero y Ponta Porã siempre fueron muy religiosos. Si bien los católicos todavía somos amplia mayoría, no se puede negar el crecimiento de los evangélicos.

En esta entrevista exclusiva con elnordestino.com, el pastor Fernando Franco, líder del ministerio Arena Jovem de la comunidad evangélica Sara Nossa Terra de Ponta Porã, explica la misión de uno de las comunidades más convocantes para los jóvenes de la región.

“Soy el pastor Fernando Franco del ministerio Arena Jovem en Sara Nossa Terra de Ponta Porã. Tengo veinticuatro años y hace aproximadamente ocho años que vengo haciendo mi trabajo aquí con jóvenes, que es la misión de nuestro ministerio: hacer un trabajo evangélico para traer a esos jóvenes a la casa de Dios”.

Un ministerio compuesto por brasileros y paraguayos

“Podemos decir que Sara Nossa Terra de Ponta Porã está compuesto en un cincuenta por ciento de brasileros y en un cincuenta por ciento de paraguayos. Es maravilloso poder compartir la palabra de Dios con todos los hermanos de la frontera”.


La felicidad y la espiritualidad no se pueden comprar

“La felicidad y la espiritualidad son cosas que no se pueden comprar con dinero. Puedo dar mi propio testimonio, porque a partir de que encontré esta iglesia y las personas me trajeron para acá, conseguí esas cosas que no podía conseguir con dinero. Con la presencia y la voluntad de Dios, además de la relación con mis hermanos, encontré cariño y contención. Nuestra función es llevar la palabra de Dios, transmitirla y llegar a quienes no encuentran un soporte emocional en sus propias familias y en su círculo de relaciones. Todo eso lo terminan encontrando aquí”.


Si no servimos a Dios por amor, le serviremos por dolor

“En el noventa por ciento de las veces las personas se acercan cuando están con problemas. Se dice que si no servimos a Dios por amor, vamos a terminar sirviéndole por dolor. El ser humano permite que el dolor entre, entonces termina admitiendo que Dios es una parte de la vida de él mismo, para poder superar esa dificultad”.

“Lo ideal sería que las personas se acerquen a nuestra iglesia en una situación normal, porque tenemos que amar a Dios todo el tiempo. Estemos felices, estemos tristes, estemos con o sin dinero en nuestro bolsillo, tenemos que aprender a amar de cualquier forma”.


Un joven ayudando a personas de más edad

“Aprendí que lo que cuenta no es el tiempo de vida que uno tiene, lo importante es lo que uno aprendió con los años que vivió. Hay gente que tiene cincuenta o sesenta años y no aprendió nada de la vida. Muchos jóvenes de veinte o treinta años están espiritualmente más preparados y tienen mucho para enseñar a personas de más edad. Hoy el nivel espiritual no es medido por la edad, es medido con la relación con Dios y con el conocimiento de su palabra”.

“Una vez intenté hablar de la palabra de Dios con mi propio padre. El me dijo que tenía cincuenta años y yo sólo diecisiete. Me preguntó que tenía para enseñarle. Fue cuando percibí que si bien me daba consejos, no siempre vivía del modo que me decía que había que vivir. Es esto porque digo que sólo se conquista el corazón de las personas cuando se predica y se enseña, pero se vive lo que se predica y lo que se enseña”.


El financiamiento de Sara Nossa Tierra

“Desde el Antiguo Testamento, desde el Génesis, hasta el último capítulo, que es el Apocalipsis, Dios habla sobre diezmos y sobre ofrendas. El diezmo es la décima parte de los que nosotros ganamos. Toda iglesia precisa de recursos para mantenerse y mejorarse. Tanto como para tener lindas sillas o un aire acondicionado que abastezca, que son comodidades para los miembros de la iglesia, hace falta dinero. Las entradas por diezmos y ofrendas financian el funcionamiento de la iglesia, por suerte las personas entienden esto. Puedo dar mi testimonio. A partir de que acepté a Jesús, empecé a diezmar y a ofrendar. Muy por el contrario de faltarme, el dinero empezó a sobrarme. Dios me dio una condición financiera mejor”.

(Entrevista completa en la edición impresa 35 - Diciembre de 2016),

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