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Miércoles 23 de Diciembre del 2015
Veinte Años de Devoción a la Inmaculada Concepción en Futurista de Pedro Juan Caballero
A cada año que pasa, cuando llega el día de la Virgen de los Milagros de Caacupé, el Pueblo Mariano de Pedro Juan Caballero y otras ciudades cercanas, centran su atención hacia el santuario de la Virgen ubicado en el kilómetro 1 de la ruta V “General Bernardino Caballero”.
Veinte Años de Devoción a la Inmaculada Concepción en Futurista de Pedro Juan Caballero
Miles de personas expresan cada año su devoción a la Inmaculada Concepción. (Foto: Diego Lozano).
Fuente: elnordestino.com (edición impresa).
En una de las principales entradas a la capital de Amambay, la Inmaculada Concepción de María eligió este lugar como gesto exquisito de amor fraternal, porque es el recinto donde día y noche recibe a sus hijos que abren su corazón de par en par a Cristo desde hace ya veinte años.

Cada Ocho de Diciembre se celebra a la Inmaculada Concepción de María en todo el mundo. En nuestro querido Paraguay, la recordamos bajo la advocación de la Virgen de Caacupé.

La celebración en Caacupé

La capital espiritual está a sesenta kilómetros de Asunción y se ha transformado progresivamente en el sitio privilegiado de la fe, de la religiosidad popular y el centro de turismo religioso del Paraguay, lugar donde acuden los hijos con sed de Dios y con fe y esperanza de aliviar y curar sus necesidades.

En el Paraguay abundan las bellezas naturales, pero entre esa cantidad de dones que sembró la providencia hacia nosotros, sobresale Caacupé, la progresiva Villa que fundó una imagen.

La milagrosa intervención de la Virgen María a favor del artesano guaraní, perseguido por su enemigo, fue el inicio de la profunda veneración que el pueblo paraguayo manifiesta por la Inmaculada Concepción, conocida también como la Virgen de los Milagros y la Virgen Azul.

Nuestra Señora de Caacupé, el fervor de Paraguay por ser la Santa Madre de Dios convertida en Reina, Madre y Señora de identidad del país.

La Fe en la Virgen de los Milagros de Caacupé ha trascendido las fronteras paraguayas para convertirse en el centro de devoción en otras partes de la región y representar un símbolo religioso e infinito para el pueblo paraguayo, a lo largo de su historia como nación.

Corresponde mencionar que Nuestro Gran Santuario de Caacupé recientemente fue elevado a la categoría de Basílica Menor por el Papa Francisco durante su Visita de la Fe.

La celebración en el predio de la estación de servicios Futurista

En Diciembre de 1995, quienes transitaban por el kilómetro 1 de la Ruta V “Bernardino Caballero” se sorprendían y quedaban admirados al observar a uno de costados la imponente imagen de la Madre de Dios, que con su mirada tierna, dulce y protectora, daba la bienvenida a quienes llegaban y despedía a quienes emprendían viaje.

El pueblo renueva su tradición religiosa y la Fe en la Virgen. Cada año se realiza una peregrinación, transformando la Ruta V en escenario para miles de peregrinos.

La imagen fue hecha por el escultor brasileño Milton Munareto y fue puesta en ese lugar el 3 de Diciembre de 1995, donde se encuentra actualmente. Cuatro días después, el 7 de Diciembre, el Padre Pedro Silva  celebró la primera Santa Misa, y luego de la celebración bendijo la imagen.

En el Santuario de la Virgen de Caacupé se destacó la Unidad a través de la Fe

El Presbítero Pedro Villalba Ayala, cura párroco de la Parroquia San Gerardo, presidió la Misa Central en el santuario de la Virgen de Caacupé ubicado en el predio de la estación de servicios Futurista. Durante su homilía, el sacerdote destacó la unidad que logra la festividad mariana.

“Queridos hermanos, con mucha alegría estamos para celebrar la fiesta de Nuestra Madre Santísima, la Inmaculada Concepción, la Virgen de Caacupé”, señaló el Padre Pedro Villalba al inicio de la celebración eucarística.

Destacó el servicio realizado por los diferentes grupos que amanecieron en el Santuario homenajeando a la Virgen con la Gran Serenata.

“La Inmaculada Concepción, la Virgen de Caacupé así como la conocemos, ella nos da su gracia, su bendición, la bendición que una mamá siempre da a sus hijos”
, dijo.

El sacerdote destacó que con esta fiesta nos unimos a los peregrinos y a los devotos que están dispersos por todo el mundo.

Invitó a recordar a las personas que se encuentran lejos y a los que ya han partido e indicó que cualquier sacrificio que se hace por la Virgen María vale la pena, ella nos une y nos pone más cerca de su hijo Jesucristo.

También enfatizó la unión que se logra en esta celebración con la participación de niños, niñas, jóvenes y adultos, y que con esta unidad hay muchas cosas que se pueden lograr.

Resaltó las maravillas que hace Dios a través de la Virgen María, citando a las personas que acudieron a pedirle favores y volvieron agradecidos.

“Este año jubilar y de la misericordia de Dios se abre como una puerta”
, y mencionó las lecturas bíblicas que refieren a la misericordia del Padre.

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