"En vistas de la delicada situación, con la baja popularidad de la presidente y con las dificultades que enfrenta en el Congreso, la presidente debería decir denme algunas reformas y yo salgo del Gobierno", afirmó Cardoso.

El ex mandatario considera que no existen las condiciones políticas ni jurídicas para un impeachment, como el que impulsan dirigentes de su agrupación, el Partido de la Socialdemocracia.

Para Cardoso llegó el momento de que Rousseff deje el Gobierno, lo cual facilitaría un clima de "consenso" entre fuerzas partidarias de diferente signo para formar un gobierno de unidad nacional.

Bajo presión constante desde que comenzó su segundo período hace apenas nueve meses, Rousseff está siendo observada en cada uno de sus pasos por adversarios, aliados y hasta a parte de su propia tropa. Fragilizada por la crisis económica y por la repercusión mundial que obtiene cada nuevo dato sobre la corrupción en Brasil, la mandataria recientemente vio cómo el apoyo a su gobierno se desbarrancaba al diez por ciento.